Sam RUSSEL
En la noche del 2 al 3 de octubre murió Sam Russell, a la edad de 95 años. Una vez más, suenan las campanas de la vida y de la muerte anunciando el tránsito de uno de aquellos jóvenes voluntarios que en la plenitud de su vida dejaron sus trabajos o estudios, su casa y su familia, para venir a defender la República española agredida por el fascismo doméstico e internacional.
Su nombre real era Manassa Lesser. Nació en 1915 en el East End, una barriada londinense con una gran tradición de luchas obreras. Sus padres eran emigrantes polacos. Siendo estudiante del University College se adhirió al Partido Comunista ya que, según él, era el que se oponía de forma más activa a los Camisas Negras, el grupo fascista británico dirigido por Oswald Mosley.
Al producirse el golpe militar que llevó a la cruenta guerra "incivil", Sam sintió pronto la "llamada de España" y fue de los primeros en alistarse, en octubre de 1936, en las Brigadas Internacionales. No comunicó su decisión a sus padres, solo a su hermano pequeño, que, meses más tarde, se le uniría. Él y otros compañeros, como John Cornford, Bernard Knox y John Sommerfield, formaron una sección británica dentro del batallón Commune de Paris y de la XI BI.
Solo tuvo tres semanas de instrucción en Madrigueras (Albacete). El 6 de noviembre, su batallón y los otros dos que formaban la XI BI, el Dombrowski y el Edgar André, partieron hacia Madrid, adonde llegaron el día siguiente, entrando en la línea de combate en la noche del 8 al 9 de noviembre. El Commune de Paris estuvo seis días en la Casa de Campo, hasta que el 16 fue trasladado a la Facultad de Filosofía y Letras, primero, y a la de Medicina después. Sam participó en la lucha cuerpo a cuerpo que tuvo lugar en el edificio del Hospital Clínico. Las bajas de 12 días de duros combates fueron muy altas en la XI BI. "Del grupo inicial de 30, a mediados de diciembre solo quedaban seis. Algunos heridos, la mayoría muertos".
Tras participar en los combates de Boadilla del Monte, Sam y otros compañeros fueron incorporados a la compañía británica de la XIV BI que luchó en el frente de Andújar en la Navidad de 1936. Sus compañeros John Conford y Ralph Fox murieron en su intento de frenar la ofensiva lanzada por las tropas de Queipo de Llano. Sam resultó gravemente herido pocos días después. Su cuerpo quedó en tierra de nadie, pero el comunista escocés Jock Cunningham consiguió llegar hasta él y rescatarlo a rastras.
Tras recuperarse, Russell fue enviado a Albacete para prestar servicio de oficina. Más tarde se le asignó un puesto en Barcelona en el servicio de difusión de noticias. Allí fue donde conoció a Margaret, una enfermera con quien luego se casaría.
Al terminar la guerra, Russell comenzó a trabajar primero en el Daily Worker y luego en su sucesor, el Morning Star (ambos diarios del Partido Comunista británico) hasta su jubilación en 1984. Fue fundador de la IBMT (International Brigades Memorial Trust), la fundación británica que intenta preservar la memoria de las Brigadas Internacionales y difundir sus valores y su legado a las generaciones futuras. Y como buen orador que era se convirtió en uno de sus principales portavoces y cabezas visibles.
En 1996, 60 años después de la formación de las Brigadas Internacionales, Russell fue uno de los veteranos que regresaron a España para recibir la ciudadanía honoraria y el homenaje emotivo de la población española. Siempre creyó que había que recordar con orgullo la entrega y la valentía del pueblo español y de los voluntarios que vinieron en su ayuda a combatir la agresión fascista y defender las conquistas sociales y democráticas alcanzadas durante la Segunda República.
Tras resultar herido en Andújar fue asignado al servicio de noticias
Al producirse el golpe militar que llevó a la cruenta guerra "incivil", Sam sintió pronto la "llamada de España" y fue de los primeros en alistarse, en octubre de 1936, en las Brigadas Internacionales. No comunicó su decisión a sus padres, solo a su hermano pequeño, que, meses más tarde, se le uniría. Él y otros compañeros, como John Cornford, Bernard Knox y John Sommerfield, formaron una sección británica dentro del batallón Commune de Paris y de la XI BI.
Solo tuvo tres semanas de instrucción en Madrigueras (Albacete). El 6 de noviembre, su batallón y los otros dos que formaban la XI BI, el Dombrowski y el Edgar André, partieron hacia Madrid, adonde llegaron el día siguiente, entrando en la línea de combate en la noche del 8 al 9 de noviembre. El Commune de Paris estuvo seis días en la Casa de Campo, hasta que el 16 fue trasladado a la Facultad de Filosofía y Letras, primero, y a la de Medicina después. Sam participó en la lucha cuerpo a cuerpo que tuvo lugar en el edificio del Hospital Clínico. Las bajas de 12 días de duros combates fueron muy altas en la XI BI. "Del grupo inicial de 30, a mediados de diciembre solo quedaban seis. Algunos heridos, la mayoría muertos".
Tras participar en los combates de Boadilla del Monte, Sam y otros compañeros fueron incorporados a la compañía británica de la XIV BI que luchó en el frente de Andújar en la Navidad de 1936. Sus compañeros John Conford y Ralph Fox murieron en su intento de frenar la ofensiva lanzada por las tropas de Queipo de Llano. Sam resultó gravemente herido pocos días después. Su cuerpo quedó en tierra de nadie, pero el comunista escocés Jock Cunningham consiguió llegar hasta él y rescatarlo a rastras.
Tras recuperarse, Russell fue enviado a Albacete para prestar servicio de oficina. Más tarde se le asignó un puesto en Barcelona en el servicio de difusión de noticias. Allí fue donde conoció a Margaret, una enfermera con quien luego se casaría.
Al terminar la guerra, Russell comenzó a trabajar primero en el Daily Worker y luego en su sucesor, el Morning Star (ambos diarios del Partido Comunista británico) hasta su jubilación en 1984. Fue fundador de la IBMT (International Brigades Memorial Trust), la fundación británica que intenta preservar la memoria de las Brigadas Internacionales y difundir sus valores y su legado a las generaciones futuras. Y como buen orador que era se convirtió en uno de sus principales portavoces y cabezas visibles.
En 1996, 60 años después de la formación de las Brigadas Internacionales, Russell fue uno de los veteranos que regresaron a España para recibir la ciudadanía honoraria y el homenaje emotivo de la población española. Siempre creyó que había que recordar con orgullo la entrega y la valentía del pueblo español y de los voluntarios que vinieron en su ayuda a combatir la agresión fascista y defender las conquistas sociales y democráticas alcanzadas durante la Segunda República.
Severiano Montero es presidente de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales